SURREALISMO DIGITAL
07.10.2013 18:40Surrealismo digital
Aquello que llamaron fotografía, comenzó con el único interés por parte de sus creadores de plasmar imágenes reales en un soporte tangible. Pero más adelante se vio influenciada por otras corrientes artísticas y se convirtió en una técnica que parte de la imaginación de los artistas, para recrear escenas que evocan emociones o sentimientos en quien las observa y que, en ocasiones, se alejan por completo de la realidad.
En 1924, Breton formula el primer manifiesto donde se define al surrealismo de la siguiente manera: “Puro automatismo psíquico por el cual se intenta expresar bien verbalmente o por escrito la verdadera función del pensamiento. Dictado verdadero en ausencia de todo control ejercido por la razón y fuera de toda preocupación estética o moral”
Aquí se ve la herencia del movimiento Dadá y la fundamentación en las teorías del psicoanálisis de Freud, donde se propone abrir la mente humana hacia lo irracional y las fuerzas del inconsciente, oponiéndose al concepto de razón que defendían los positivistas.
Los fotógrafos dieron rienda suelta a su creatividad y comenzaron a realizar tomas fotográficas que nada tenían que ver con escenas cotidianas propias de los cánones de comportamiento socialmente establecidas. Imágenes que nos recuerdan a la pintura más que a la fotografía clásica de retratos, paisajes, fotoperiodismo o foto científica, que se hacía hasta el momento.
Man Ray fue uno de los contribuyentes del auge de los movimientos dadaista y surrealista en la fotografía. La mayor parte de sus obras son el resultado de experimentar con la iluminación y las composiciones con objetos cotidianos, como sus famosas rayografias. Man Ray señala en su autobiografía de 1922 que el retrato de la marquesa Casati XIV fue resultado del azar.
El lugar donde se hizo la sesión fotográfica contaba con una iluminación insuficiente, por lo que el artista pidió a la modelo que se moviera lo menos posible. Al revelar los negativos descubrió que todas las imágenes estaban barridas. En un principio pensó que esos negativos no valdrían para nada, pero después descubrió que en aquellos retratos se podía observar un universo paralelo trascendental y subjetivo. El resultado fueron imágenes que, rompiendo con la estética preestablecida, resultaron ser atractivas, interesantes y sobretodo innovadoras.
Algunos fotógrafos como Cartier Bresson, nos hablaron de la importancia de capturar el momento para obtener la toma perfecta, sin embargo, ahora, en el surrealismo digital, se trata más de captar una idea y llevarla a cabo tal y como la imaginas. Hoy en día contamos con todas las herramientas necesarias para transformar una imagen y convertirla en algo único e insólito. Existen todo tipo de software con los que poder trabajar con efectos y otros retoques digitales que dejarán al espectador boquiabierto y confuso ante una imagen que aún pareciendo real, se aleje por completo de la realidad que conocemos.
Ben Gossens (Bélgica) trabaja creando composiciones experimentales y surrealistas, a partir de fotos e ilustraciones. Su estilo recuerda al del pintor surrealista René Magritte conocido por sus ingeniosos y provocativos lienzos que ponen en cuestión la relación entre un objeto pintado y la realidad. La mezcla de lo real con lo irreal, lo cotidiano combinado con un toque de imaginación que cambiara su sentido por completo, no nos dejaran indiferentes ante cada una de sus obras.
Otros fotógrafos surrealistas contemporáneos consiguen sus efectos trascendentales manteniendo una forma tradicional de hacer fotografía, es decir, no utilizan retoques digitales, sino que se basan en una puesta en escena impecable, donde la larga exposición o el uso de una muy cuidada iluminación son elementos primordiales para obtener resultados imposibles de observar por la simple mirada del ojo humano.
Es el caso por ejemplo de Gregory Crewdson (Nueva York ), a este fotógrafo le lleva varias horas preparar la escenografía necesaria para realizar una sola toma y que todo quede tal y como él lo imagina. Sus imágenes están cargadas de recursos cinematográficos que, por el uso de luces frías combinadas con artificiales y la utilización de elementos tenebrosos como son la lluvia o la niebla, nos recuerdan a escenas propias de una película de terror.
Un ejemplo de fotografía surrealista, donde se combina la importancia de la puesta en escena con el poder de los retoques digitales, es el caso de las imágenes tomadas por Ma Liang (Shangai), más conocido como Maleonn. Sus imágenes son escenarios construidos al mínimo detalle, que cuentan una historia en un sólo cuadro. Su influencia artística es toda la belleza que rodea a la cultura china: vestuario, mujeres originarias, fantasía y color, mezcladas con un toque de surrealismo y buen humor.
“Mi obra es mi propio mundo interior. Las escenas que muestro han surgido de mis fantasías, a veces las dibujo antes de fotografiar. Cada detalle está claro en mi mente, lo que hago es convertir mi mundo interior en realidad”, expresa el propio autor.
Sus trabajos y composiciones fotográficas son tan magníficas e inquietantes,que lo han llevado a las principales galerías de todo el mundo y ser considerado uno de los mejores exponentes actuales del surrealismo digital.
Aquí unos pocos ejemplos de fotógrafos que se han liberado de las ataduras de una estética clásica, centrada en la veracidad y racionalidad, y han llegado a alcanzar los más altos umbrales de la creatividad y la imaginación, contribuyendo al auge de lo que hoy conocemos como surrealismo digital. Algunos nombres que también debemos conocer son: Koen Demuynk, Rodney Smith, Ralph Gibson, Dominic Rouse, Thomas Barrey…